No digo ni una sola palabra. No me copo hablando, sorry gente. Lo mío es la destreza física, sin duda.
Sin embargo, tengo una sílaba con la que me encariñé desde muy muy muy peque. Será porque cuando tenía apenas un mes, Toto me asustaba gritando VUUUUUUUUUUU!!! Uf, cómo lloraba!!! Después, ya más grande, me empecé a reir mucho cuando lo hacía... Y ahora??? Ahora resulta que es lo único que me gusta decir.
Mejor, pongan play y escúchenme, tengo que contarles algo muy importante. Sepan que cuando Felipe habla, no habla al cuete.
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