5 meses

Tengo la leve sospecha de que estos 5 meses han pasado completamente desapercibidos. ¿Motivos? mi hermano cumplió años, lo festejó a lo grande y mi coronita y yo quedamos en stand by por unos días.
Por si eso fuera poco, Febrero, el mes de mi quinto mesversario, ni siquiera tiene 29, así que quedé rezagada a la buena de Dios. ¡Qué descaro! Mi protagonismo, al tacho.
Con lo bonita que estoy. Soy un amor: ahora reconozco mis pies y sólo quiero agarrarlos y chuparlos mucho, lo mismo con mis manos y el resto de mis juguetes. Pero lo de mis pies es un hallazgo. Créanme que hace un mes ni sabía de su existencia.
Mamá no para de darme besos e insiste con el chupete. Forget it mom. No me copa.
Papá me mira y dice que soy una muñequita.
Felipe juega conmigo. Se acuesta encima mío y me da besitos. No me asfixia, no se preocupen. Es puro amor. Al menos me determina. También le encanta saltar en la cama cuando estoy acostada y hacerme volar. Mamá colapsa, pero lo maneja bien. Lo más gracioso es cuando me habla: pone voz finita y se sonríe como si yo fuera recién nacida y él tuviera unos... ¿20? años. Se cree mil.
Y bue... soy la segunda. No me ofendo. Febrero y Marzo son meses cargados. Y ni siquiera pasamos un digno día 29 para festejar. Todo bien porque igualmente se hicieron el rato de calzarme mi coronita y agasajarme. Eso sí, mi próximo cumplemes, tiramos la casa por la ventana y en unos días, se viene mi Bautismo. Ahí sí, la protagonista soy yo!