El sábado fuimos de visita a la casa de Lucho. Hacía bastante que no lo veía y sin embargo, apenas nos vimos... como chanchos che!
Ups, esperen... Ustedes ven lo mismo que yo???? Me parece a mí o me quiere comer la cabeza????
Bue, en realidad, con semejante capocha, no me vendría mal una pequeña reducción, jajaja! Igual comprendí muy claramente su mensaje de bienvenida: bienvenido a casa amigo, cuánto hace que no te veía!! Estás igual!! Eso me quiso decir, ustedes los grandes no entienden nada!!! jajaja!
Después me prestó su Bebesit vibrador y confirmando las sospechas de mamá, no sólo me encantó, sino que además me tomé una siestita absolutamente reparadora...
Acto seguido, el living de Lucho mutó en un cine muy copado donde vimos Toy Story (Tori Tori, según mis primos) y quedé hipnotizado por las aventuras locas de esos juguetes... y claro, má, me encanta Baby Einstein, pero esta peli tiene un poco más de onda...
Después Lucho fue depositado en su Salta-Salta y obviamente no paró de ejectarse desde el segundo 1 en el que estuvo sentado allí... yo lo veía con gran admiración, moría por saltar como él, pero entendí que me falta un poquito para poder usar el mío... en menos de un mes ya lo voy a poder usar, quiero que el tiempo pase rápido para poder jugar ahí!!!
Ups, qué pasó ahí ?!?! Bueno Lucho, todo bien, si querés mi babero te lo paso!!
Al final no se lo dí, él se fue a dormir y yo a comer. Es decir, él estaba con sueño, y yo con hambre. Nuestras necesidades primarias básicas estaban insatisfechas y nuestros padres, qué??? charlando a más no poder! Y bueno Lucho, hay que tenerles paciencia... ya van a estar más cancheros... Qué bien que la pasamos! la próxima te invito a casa a tomar la merienda!
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