1) El cumple de Marieu
Fue un sábado haaaaaaarrrrrrrrmosooooo al aire libre con asadito y todo. Como era de esperar, me porté maravillosamente bien, impresioné a todos con mis hoyuelitos compradores, que se están convirtiendo en mi marca registrada, y mi sonrisa kollynos (claro que todavía sin dientes para mostrar, sólo denme tiempo por favor!).Yo charlé, tomé sol, dormí, comí y pasé continuamente de brazo en brazo. En un momento hasta llegué a pensar que mamá quería deshacerse impiadosamente de mí... después me dí cuenta que semejante cosa era imposible, bastó con que reclamara mi teta correspondiente para que volviera la calma y todo a la normalidad. Era el más pequeñín del evento, claro, sin contar a Teo, el sobrino "posta" de Marieu que está por llegar en cualquier momento. Hablando de eso, yo dormía pero como quiero estar en todas, escuché cuando papá hablaba con Fernando y Gabriela (papás de Teo, hermano y cuñada de Marieu respectivamente, me siguen?) sobre el felipemóvil. Parece que al niño por venir le han comprado el mismo Perego que a mí, así que mamá y papá le dedicaron bastante tiempo del evento a hacer un análisis exhaustivo sobre mi humilde pero poderoso carromato. Luego de eso, nos volvimos a casita a descansar y descansar... (nota al pie: esa noche dormí como nunca! no sé cuántas horas seguidas al cuidado de papá porque mamá se fue de joda con sus amigas por el día del amigo... al final, tanto miedo me tenían y miren, una joyita!).
2) El viaje de mi abuelo Tito
Fue un jueves por la tarde. Como es su costumbre, mi abuelo Tito viajó a USA a ver a la flia por un tiempo. Con mamá fuimos a su casa para despedirlo. Yo hice de las mías, me jugué todo, dormí y porsupu, pedí mi preciada teta. A la hora de volvernos, cuando el abuelo ya tenía que salir para Ezeiza, nos dejaron en casa con el remis. Yo estaba frito, pero llegué a saludarlo. Justo ahora, que me enganchan en un momento reflexivo me pregunto: cuánto falta para que vuelvas abu?????3) Con mi BISA Iainelly!
El sábado pasado aprovechamos que estábamos cerquita y fuimos a visitar a mi bisabuela Iainelly a la hora del té. Cómo me reí con ella! Qué ídola! Mi bisa es re grosa! Le hice todas las gracias y como era de esperar, murió de amor.Como ya les comenté en otra entrada, hay ciertas cosas que no hago en público por temor a impresionar demasiado, por eso, aunque no parezca, mantengo ciertas formas (es cierto: vomito, hago provechito, me tiro cuetitos, me babeo y todo eso, pero cuando hablo de "formas" me refiero a los estándares de gracias (y no tanto) que son esperables para alguien de mi edad, se entiende?). Igual, insisto con esta idea porque realmente no entiendo el por qué, pero a todas las "gracias" descriptas, tanto ella como el resto de la humanidad, responden con ternura... yo no lo puedo comprender, si es un verdadero asco! Además, en 3 ó 4 años (o quizás menos) esas gracias van a pasar a ser acciones desagradables, dignas de un maleducado con todas las letras.. en fin... perdonen la dispersión, pero hay cosas de este mundillo que habito desde hace 4 meses que todavía no entiendo...
Volviendo a mi bisabuela, les conté que se llama Nélida Nelly? Sí! de verdad! En el documento figura así! jajaja!! (no sé si esto venía al caso, pero desde que me enteré, siempre me dio risa!)
La pasamos re lindo, y obviamente, papá sacó cámara y empezó la sesión! Ia, qué tenés que hacer este sábado? Lo podemos repetir?
4) The Black Day...
Este fue un día negro. El jueves pasado más precisamente. Amigos de lo ajeno se llevaron mi cámara de fotos... sí! esa con la que mamá y papá se convierten en psicópatas obsesivos de la imagen... bah! de mi imagen, debo reconocer... ya les comenté la obsesión de mamá por la sesión de fotos y papá que no se queda atrás... en fin... un día de luto familiar, no hace falta contar pormenores, la cuestión es que se la llevaron. Quizás mis papás debieron tomar "el suceso" como un aviso del más allá, para que aflojen con el tema, algo así como: "hey ustedes, dejen de torturar con el flash a ese pobre chico de una vez!" Pero como era de esperar, papá (con gran ayuda de la abuela Kuki, a quien no sé si agradecer verdaderamente...) ni lerdo ni perezoso, adquirió otra para no dejar de retratar ni un minuto más mi preciado crecimiento. Say no more.
