miércoles, 14 de mayo de 2008

Segundas partes nunca fueron buenas...


Y sí, ayer sucumbí ante los efectos de esa jeringa maldita. Vaya que son malas las segundas partes. Esta vez, después de ese pinchazo molesto amanecí con fiebre y estuve todo el día inquieto. El martes 13 fue caótico. Mi amiga Sofi también tenía fiebre, así que Pau y mamá apenas pudieron trabajar. Después nos enteramos que era otitis. Pobre, estaba peor que yo. La cuestión es que mamá y Pau hicieron lo que pudieron pero finalmente, antes de las 7, pudieron terminar lo que tenían pendiente y dedicarse de lleno a nosotros. Igualmente, justo ahí llegó papá y ya más tranquilo, me puse a jugar con él. Pau y Sofi siguieron complicadas un rato más. De hecho, Sofi quedó en cuarentena, bah, no cuarentena exactamente pero sí unos días guardada para no contagiar ni contagiarse de otras pestes. Y yo estoy mejor, sigo algo molesto pero creo que no es nada que no se vaya con unos mimos... En fin... Se supone que ahora estoy protegido del Rotavirus y de la Meningitis, pero... quién me protege de las vacunas, eh?!?!?!

1 comentario:

Pau M. dijo...

Jajaja! Muy bueno! La verdad que fue un Martes 13 con todas las letras (y los números, ja), pero hay que bancársela! Son los gajes del oficio "madre-profesional"! ja! Besos!!