Una lástima, con las ganas que tengo de ir a Disney.
Pero bueno, no me quiero ir por las ramas. El tiempo, perfecto. Algo de viento, pero a mí me encanta. Y cuanto más me da en la cara, mucho mejor. El hotel, perfecto. Podría apostarle a cualquiera que dormimos con el aire acondicionado prendido, pero mi padre con su térmica alterada insiste en que la temperatura era la ideal. Ok.
Mis tíos fueron excelentes anfitriones. Comimos muchas cosas ricas y nos divertimos por demás.
Y por si fuera poco, nos volvimos cargadísimos de chocolate.
Imposible que el viaje hubiera estado mejor. ¡Gracias abuelos por estos días que compartimos todos!
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