Previendo el tsunami felipezco que están produciendo últimamente mis berrinches, mamá decidió esperar al sábado y llevarme a la pelu con papá.
Believe it or not, me pusieron una capa naranja de súperhéroe, me sentaron en un autito con un volante súper interesante y me dieron un caballo que pretendieron hacer pasar por masculino, pero yo sé que es un Pequeño Pony de esos con los que juegan las chicas.
Sepan que no me importó. El Pony ese estuvo genial. Y el auto también. Y me porté de diez.
A medida que me iban cortando, mamá y papá agarraban los rulos que se me caían como si se tratara del tesoro perdido en el Arca de Noé (sepan padres, que nadie se los iba a robar!!). Igualmente al final en la pelu les prepararon un sobrecito con todos mis restos cabelludos. Eso más el sobrecito que llevaron, hizo que haya repartija de pelos de Felipe para toda la familia (mamá, papá y abuelas). ¿Qué desagradable, no?
En fin, la cuestión es que quedé listísimo para empezar sala de 2 el lunes (o sea hoy).
Acá tienen un recorrido del estado de mi cabellera...
Antes...
Durante...
Después...
1 comentario:
Quedaste re lindo Pipe!!! Todo un señor!!!
PD: Igual me encantaban tus rulos descontrolados.
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