Yo, a los porrazos.
Primero se me cayó una bici encima y no me paraba de sangrar la nariz.
Al otro día me caí de la cama de mamá y papá y la boca me chorreaba sangre por todos lados. Ni les cuento cómo me quedó la remera. Me parece que mamá se impresionó un poco.
Menos mal que se le ocurrió lo de congelar chupetes para que el labio no se me hinchara tanto.
Pero bueno, ya pasó. Un poco de mimos y a otra cosa mariposa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario