La tormenta perfecta

De repente, el cielo se nubló. Después se puso gris. Después negro. Y en menos de lo que canta un gallo, teníamos un tormentón a las 7 de la tarde.

Sonó el portero eléctrico de casa. Eran Pau, Santi, Benja y Sofi que quedaron atrapados en el doc justo abajo de casa. Reclamaron auxilio para pasar el rato hasta que Santi volviera con el auto a buscarlos, mientras Sofi, Benja y yo, nos dedicamos a jugar en mi cuarto.

Yo ya estaba en paños menores, comprenderán. Pero eso a mí no me molesta y creo que a las visitas tampoco.

Jugamos un rato.

Volvió a sonar el timbre.

Santi al rescate volvió motorizado para llevar de vuelta a casa a toda la troupe.

Visita de médico terminó siendo, pero divertida! Qué lindas las tormentas!!!

Pelotero at home

El domigo vino Male a casa a traerme un regalo que Papá Noel dejó en la suya en nombre de mis tíos y primos del sur.

Ni puedo describirles mi cara de asombro al comprobar que efectivamente estaba recibiendo una pileta inflable llena de pelotas!

En menos de lo que canta un gallo, hubo pelotas de colores por toda la casa. Y lo bueno es que con este calor, mamá ya innovó y a las pelotas les sumó agua, entonces es un gran quilombete de aguas, pelota y pileta! guauuuuuuuuu!!!! genial!!!

Ahora sí, entre este pelotero casero y las redes de protección que pusieron hace un tiempo para que no se me ocurriera jugar a ser Batman, Robin o Superman, está confirmadísimo: mamá, papá y yo, vivimos en UN GRAN PELOTERO!!

Desde la Madre Patria

Directo desde la Madre Patria sin escalas, nos vinieron a visitar Anabel, Osvaldo, Juan y Alexia. Poco nos vimos porque entre las fiestas y todos los compromisos que tienen por ser la única vez que vienen en el año, tuvieron la agenda un poco ajustada.

De todos modos, el domingo pudimos vernos. Fuimos a tomar algo y a los jueguitos. Pedro Picapiedras vino personalmente a nuestra mesa mientras tomábamos el té para entregarnos invitaciones a los juegos, así que imagínense que no podíamos rechazar semejante oferta.

Eso hicimos. La pasamos bomba. Cortito el encuentro pero lindo lindo. Me impresiona un poco decirlo, pero sí, es así, ¡hasta el año que viene amigos!

Mi amigo Agustín

Estos días que estamos sin jardín la estoy pasando bomba con mi amigo Agustín. Vamos a la plaza, tomamos la leche y nos metemos en su pile.

El tema es así: hace mucho calor, el jardín está cerrado por 15 días y nuestras primerizas madres básicamente no tienen la más remota idea de qué hacer con nosotros. Entonces, cual experimento de laboratorio, decidieron juntarnos para ver qué pasaba.

¿Y qué resultó?

¡Todo un éxito! Con Agus nos reímos un montón y nos encanta comer juntos miles y miles de galletitas. También jugamos y leemos cuentos y estamos aprendiendo a compartir (¡pero cómo nos cuesta!).

¿Conclusión?

¡Que siga la colonia home made hasta que vuelva el jardín!

¿Cómo empezaron el año?

Yo, a los porrazos.

Primero se me cayó una bici encima y no me paraba de sangrar la nariz.

Al otro día me caí de la cama de mamá y papá y la boca me chorreaba sangre por todos lados. Ni les cuento cómo me quedó la remera. Me parece que mamá se impresionó un poco.

Menos mal que se le ocurrió lo de congelar chupetes para que el labio no se me hinchara tanto.

Pero bueno, ya pasó. Un poco de mimos y a otra cosa mariposa.

Cronología en placas de las Felipe´s Fiestas

Lo que sigue es el relato en placas de las Felipe´s Fiestas. Resumen general: mucha gente, regalos y comida en cantidades industriales. Ya lo dije el año pasado y lo repito este: ¿por qué no repartimos reuniones y comida a lo largo de todo el año? De otra manera, no hinchen con que les duele la cabeza y no llegan con todos los eventos sociales. Por el resto, impecable como siempre.

Nochebuena:

Mateo empezó desde temprano a sacarse fotos con todos... está re Figuretti últimamente... estoy empezando a considerar que tengo un primo cuasi adolescente. ¿Será bueno eso?

Nosotros tuvimos también nuestra foto familiar... un poco movida, pero lo que importa es la intención, ¿no?

Nuevamente Matute se unió a la sesión...

Aquí me encuentran, listo para el morfi, para variar esperando al resto de los comensales que se les da por hacer arreglos de último momento tales como meter todas las mesas que estuvieron preparadas desde la tarde para comer afuera porque se venía el tormentón... tormentón que no apareció... igualmente estuvo bien, mucho mosquito dando vuelta había lo que impedía que disfrutáramos como Dios manda del momento culinario, así que mejor así.

¡Al fin llegó Papá Noel! Les confieso que me encontró un poco distraído porque justo me dieron un helado delicioso... perdón Papá Noel, pero al helado no hay con qué darle. Pensándolo bien, sí, si en esa bolsota tenés algunos regalitos, puede que lo deje a un costado, por pura curiosidad.

Los regalos: Papá Noel, acá te quiero aclarar una cosa. Si mi mamá está disconforme con la sobredosis de regalos, es un tema de ella. Vos hacé lo que te parezca. Este año estuviste muy bien. Espero que para el año próximo te comportes de la misma manera.

Navidad:

El 25 no pudo ser un día más lindo. Se los resumo en tres cosas: sol, pileta y familia.

A las chicas las persiguió el tío Juan tirándoles agua por todos lados con el mega lanza agua que trajo Papá Noel. En seguida se convirtió en un ¡ATAQUE DE COLAS! de lo más divertido!!!

Y por supuesto, no me lo quise perder.

Fin de Año:

¡Comida, bailongo y karaoke para despedir el año! ¿Hay algo mejor? No no, evidentemente mi trasnochada hasta las 3 am no fue en vano.

Acá les paso la lista de responsables: 1) Comida, los dueños de casa. ¡Ese asado estuvo genial! ; 2) Bailongo: todos los comensales; 3) Karaoke: dueños de casa y la abuela que se prendió sin anteojos... un problema si no te sabés la letra... ni hablar de la entonación... pero bue, lo que importa es la intención!!

1ero de Enero:

El día empezó rarísimo. Y tempranísimo. Porque si bien me dormí a las 3 am, a las 6 am estaba listo como todos los días reclamando mi mamadera para desayunar. Parecía que iba a llover. Estaba todo gris. Papá me llevó a la plaza cuando me levanté para que mamá durmiera un rato más. Ni las palomas estaban en la plaza.

Pero a la tardecita, ya cayendo el día, el atardecer no pudo ser más lindo y aprovechamos para sacar algunas fotos.

En familia (la típica). Estaba medio molesto y me sobornaron con una tosti. Ok, estuvo bien.

Y con los abuelos... como verán, me agarró una dosis muy fuerte de amor por mi abuelo y quedó retratado. Acá lo ven.

Frutilla de la torta: a la noche nos fuimos a la ruta para ver el rally París Dakar que pasaba por ahí. Había un montón de gente haciendo lo mismo. A mí que me disculpen, pero yo no ví nada. Me parece que me confundí de auto. Me encantan las camionetas ploteadas con un Mickey o personajes de Playhouse Disney. Quizás pasó una rápido y me distraje con eso. Perdón papá, la próxima me concentro.