Sí amigos, desde el martes 10 de Febrero que estoy dando mis primeros pasos. Poco a poco me voy perfeccionando y tomando seguridad. Desde luego, no podría hacer ni la mitad de lo que hago sin la incondicional presencia de mis infantables pañales, que además de ser el sostén de mis necesidades primarias, se han convertido en el gran colchón amortiguador de las múltiples caídas que me provocan estas ganas locas de caminar.
No tengo mucho más que decir. Lo que van a ver son pequeños pasos para ustedes, pero grandes pasos para mi humanidad. Al final, esta semana de fiebres altas, mocos y nebulizadores, tuvo un final feliz.
Dénle play plissss!!!
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