El domingo la abuela cumplió años. Y fuimos a saludarla y a soplar las velitas. Rescato dos cosas: 1) la abuela agarrada del acero de la entrada ensañado a Feli a bailar reggeaton y 2) mi violento arrebato a una medialuna que estaba en un plato. Lo siento, estaba ahí. Con mis dos paletas superiores (cosa que tiene asombrado a mi doc) pude degustarla con gusto.
La pasamos genial. Velitas, torta y familia. Excelente combinación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario