Amigos, cumplí 10 meses con todas mis gracias a flor de piel: reirme, aplaudir, saludar, decir algunas sílabas, reptar, quedarme durita parada y desde luego dormir poco. Para cerrar las vacaciones de invierno, mamá y papá decidieron llevar a Feli al teatro. Y como alguien se tenía que quedar conmigo, mamá optó por hacer el sacrificio y esperar esa hora de teatro yendo conmigo a la peluquería. Y ahí empezó mi fin de semana cumplemes tratada cual el enano de Amelie.
Mamá me llevó a todos lados: fuimos a la pelu. Obvio que nunca dormí, así que pasé de brazo en brazo de cada una que mejor no mencionar. Entre amoníacos y tijeras, les sonreí a todas. Nadie puede insistir con mi angustia del 8vo mes porque hice quedar de 10 a mamá. Además, con unas brochas y unos ruleros, me contentaron toda la tarde.
A la salida del show, papá y Feli nos pasaron a buscar y nos dejaron en el súper para tener una "fondieu de sábado por la noche". Fue infructuoso. Nunca encontramos la que buscábamos. Al final, no sé qué compramos. Nada significativo evidentemente porque no me acuerdo.
Y como frutilla de la torta, el domingo a la mañana, nos fuimos a votar. Papá se fue con Feli y yo me fui con mamá. Acá me ven, cual enano de Amelie, acompañando a votar en el ballotage por el Jefe de Gobierno de la Ciudad. God bless democracy.
